Manos a la obra fue el grito que impulsó esta iniciativa. ¿Perteneces a una ONG o a una asociación sin ánimo de lucro que intenta sacar fondos para vuestras acciones? Pues somos tu herramienta: ¡ÚSANOS!

Esta segunda década del Siglo XXI está siendo tremenda a muchos niveles. Mi experiencia cerca de los más empobrecidos me hace tomar conciencia de que quienes estaban mal de partida se encuentran mucho peor que antes. Y quienes dedican sus esfuerzos a promover iniciativas encaminadas a la sensibilización y la erradicación de desigualdades, han visto mermados sustancialmente sus apoyos institucionales.

¿Qué podemos hacer para cambiar las cosas desde el Arte?

De nuevo el ser humano se reinventa y en la actualidad hay muchas iniciativas que pretenden servir de red de apoyo y que están en primera línea de la batalla: por ejemplo, las acciones promovidas por el Banco de Alimentos.

Desde la humildad, el disco Universo de Trapo pretende servir también de herramienta para la obtención de fondos económicos. Hemos montado un espectáculo audiovisual de muy alta calidad que las asociaciones y entidades con actividades en el ámbito de lo social y el desarrollo humano pueden organizar. Todos los beneficios de la venta de las entradas, y el 50% de la venta de discos y de las obras de arte que se muestran en el espectáculo irán destinadas a las asociaciones que hayan organizado el espectáculo. El otro 50% de los beneficios del CD irán destinados a Casa Zulema.

En este espectáculo han participado en la producción musical Adolfo Langa; los pintores Xavier Bartumeus, Antonia Cortijos, Toni Riera, Pablo Fdez Pujol y Ginés Serrán Pagán; los fotógrafos Antonio Sabán y José Luis Pardina; la escenografía y dirección del directo por parte de José Sánchez; y la organización y relación con los medios ha sido responsabilidad de Cristina Soriano.

Proyecto Honduras, una ONG pequeña, sencilla y con recursos muy limitados. Llena de gente con buenas ideas y con ganas de no conformarse con el mundo que tenemos. Gracias a ella he podido tener la experiencia de trabajar como cooperante en Centroamérica durante varios años y puedo asegurar (porque mis ojos lo han visto) que la honradez, la transparencia y la opción por ayudar a los colectivos más desfavorecidos de este país son las características que mejor la definen.

 

Hace 8 años comencé a trabajar en esta pequeña ONG de Sevilla. No sabía donde entraba al cruzar las puertas de su sede. Jamás pensé que un paso tan pequeño podría llevarme tan lejos y cambiar mi forma de percibir la realidad de este mundo y mi lugar en él.

Y es que la pobreza se mira, se palpa, se huele y se escucha. Sin los sentidos para poder percibirla, es imposible llegar a entenderla.

Gracias a Proyecto Honduras pongo nombre a realidades que, hace tan solo unos años, formaban parte del aséptico espacio que les dedican los periódicos o los noticieros de TV. Gracias a mi experiencia en Centroamérica, he puesto caras, nombres y contextos vitales concretos a eso que llamamos Tercer Mundo y desde entonces, ya nada es igual.

Dentro de los proyectos básicos en los que se invierte todo el esfuerzo y dinero recaudado con las aportaciones de los socios, podría destacar:

Una guardería construida en 2001 que acoge a 100 niños de entre 3 y 6 años en una de las zonas más deprimidas de la capital.

El proyecto de atención y educación sanitaria del que soy miembro comenzó en 2007 y abarca tanto la atención directa en zonas de difícil acceso a personal sanitario especializado, como la educación de agentes de salud, formación de sanitarios, creación de botiquines y una farmacia, el desarrollo de varios protocolos de seguimiento continuado de un importante grupo de pacientes diabéticos, hipertensos, geriátricos, paliativos y de control de niño sano.

También aportamos medicación a familias sin recursos con un total de 1.500 pacientes atendidos con este fin.
Anualmente, y desde 2007, se envían contenedores con ayuda humanitaria recogidas a través de múltiples campañas y donaciones que son distribuidas entre las asociaciones y entidades a las que asesoramos y con las que desempeñamos nuestra labor asistencial una vez al año.

CASA ZULEMA

Hace 8 años encontré un lugar en el mundo donde la Vida y la Muerte se despliegan en un espacio de dignidad y calma... Casa Zulema. Una casa de acogida de enfermos terminales (casi todos niños) situada en Valle de Ángeles, una localidad cercana a Tegucigalpa Honduras).

Casa Zulema es un albergue para personas portadoras del Vih/Sida que se encuentran en situación de abandono familiar y marginación social, y cuyo estado de salud les obliga a depender del cuidado de terceros. Casa Zulema es un lugar de paz, en un entorno tranquilo, que favorece la recuperación de los pacientes y donde otros, por su precaria situación, encuentran un lugar donde esperar la muerte de forma digna.

Desde el año 2005 el equipo médico de nuestro proyecto sanitario evalúa cada año a todos los pacientes internos y les proporciona medicación para un año. Desde 2009 contribuimos también con el mantenimiento económico de la casa.

Y es éste el proyecto al que tienes el privilegio de dedicar hasta el último céntimo si compras mi último CD "Universo de trapo".

Los muros se construyen con piedras pequeñas y hoy nuestra piedra y nuestra esperanza queremos ponerlas en este lugar de autenticidad y acogida. Un lugar donde se dignifica la vida y la muerte de muchos niños y adultos que de otro modo sólo tendrían la calle como único hogar. Un lugar al que me siento profundamente vinculado y en el que siempre me siento en casa.

Todo empezó como suceden estas cosas: un día te levantas y descubres que hacer canciones para encerrarlas en un disco es como construir una barca y no lanzarla al mar. Así fue como lo que comenzó como un proyecto musical ha terminado cogiendo forma de asociación sin ánimo de lucro formada por un amplio colectivo de artistas que, preocupados por cuestiones esenciales del desarrollo humano, deciden poner el arte al servicio de la vida.

Queremos demostrar que el arte es un vehículo privilegiado para favorecer la toma de conciencia de nuestra realidad social actual y la activación de los recursos personales que determinen una puesta en marcha de las herramientas internas que hagan del individuo un elemento activo de transformación en su propio contexto.

Así, la asociación sin ánimo de lucro Universo de Trapo pretende ser el trampolín para iniciativas culturales y artísticas que promuevan el desarrollo personal y de comunidades. Para ello pone en marcha estrategias a través de las cuales busca los apoyos necesarios para que nuevas iniciativas artísticas tomen forma y repercutan en el bienestar de los hombres, las mujeres y de las comunidades en las que viven.

En este empeño estamos músicos como Adolfo Langa, Joaquín Calderón, José Antonio Delgado y Fernando Arduán; el escritor Sergio M. Gamero; los pintores Antonia Cortijos, Xavier Bartumeus y Toni Riera; los fotógrafos Antonio Sabán y José Luis Pardina; y mucha otra gente que nos echan una mano en este jaleo de poner en marcha la asociación y sin los cuales, nada de esto sería posible, en concreto Cristina Soriano y José Sánchez.